pez víbora

Las especies del género Trachinus pertenecen a la familia Trachinidae. Estos peces son conocidos por el público en general, en parte debido a sus picaduras venenosas, a veces peligrosas y extremadamente dolorosas.

En 2020, existen 8 especies recogidas en este género, la mayoría de ellas habitantes del Océano Atlántico Oriental. Otra especie podría encontrarse en el Pacífico, cerca de la costa chilena. Estos peces de tamaño pequeño a mediano se encuentran principalmente en los fondos fangosos y arenosos de las aguas costeras y rara vez se observan a más de 100 metros de profundidad.

Especialistas en el arte del camuflaje, estos peces pasan la mayor parte de sus días enterrados en la arena. A diferencia de las mantarrayas más grandes, tienden a huir si los humanos se les acercan. Por la noche, cazan y nadan libremente, a veces en zonas pelágicas. Son exclusivamente carnívoros y se alimentan de pequeños peces y crustáceos.

Su cuerpo es alargado, encontrándose bastante comprimido con un pedúnculo caudal corto. La cabeza es pequeña, con los ojos bien ubicados río arriba. Las aletas pélvicas están ubicadas frente a las pectorales. Estos peces poseen dos aletas dorsales, una primera con varias espinas venenosas y una segunda larga y compuesta de radios blandos. Una espina venenosa se encuentra a su vez presente al nivel del opérculo. Un estudio ha demostrado que estas espinas laterales son mucho más venenosas que las de la espalda.

Estos peces nunca atacan, excepto para defenderse, cuando se sienten amenazados. En este caso, el ejemplar enderezará su primera aleta dorsal, indicando que se encuentra listo para atacar. A través de un movimiento rápido de la cabeza, el pez puede llegar a golpear a un objetivo con una precisión y fuerza suficiente como para poder perforar unas botas de cuero, por ejemplo.

La toxicidad del veneno varía según la especie, pero siempre parece ser potencialmente peligrosa. El veneno provoca una rápida inflamación de la piel y anemia local. El edema se extiende por toda la extremidad afectada.

La picadura se caracteriza por provocar un intenso dolor que puede llegar a durar desde unas pocas horas hasta varios días. Otros síntomas pueden acompañar a la picadura: pérdida del equilibrio, asfixia, sudoración, problemas cardíacos, disnea... El primer riesgo durante una picadura es el ahogamiento en el momento en que se produce.

Sin un tratamiento oportuno, podría llegar a desarrollarse necrosis en la herida. Se recomienda no hacer ningún tipo de incisión, aplicar un torniquete o aspirar la herida están totalmente desaconsejados. El veneno tiene propiedades hemolíticas y neurotóxicas. Es termolábil alrededor de 50 a 60 ° C.

Estas especies a veces se confunden con peces de la familia Uranoscopidae. Sin embargo, en este último, la cabeza es de mayor tamaño y está aplanada, siendo la boca protráctil. La espina venenosa se encuentra detrás del opérculo, mientras en los Trachinidae se encuentra directamente sobre el opérculo.

Generalmente estas especies no son objeto de pesca comercial. Forman parte de capturas accidentales de redes de arrastre y otros tipos de pesca artesanal. Apreciados de manera local por su carne, son objetivo de la pesca artesanal habitual. Siendo así que los accidentes ocurren principalmente entre los pescadores.